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jueves, 23 de octubre de 2014

TESTIMONIOS DE LA EMIGRACION LANGREANA MAYO 2014

Desde la Torre de la Quintana
Florentino Martínez Roces
Pte. de Langreanos en el Mundo

TESTIMONIOS DE LA EMIGRACIÓN LANGREANA MAYO 2014
Cartas desde Omedines.
Jorge Praga Terente, un Langreano afincado en Valladolid pero que sigue teniendo casa en Omedines para seguir enraizado en Langreo, se marchó de muy joven de Sama hacia las Castillas por razones familiares pero como el dice, nunca se fué del todo.
Es catedrático de enseñanza Secundaria y Profesor de Comunicación audiovisual y ha escrito ya varios libros, y acaba de editar en formato digital “Cartas desde Omedines” que como primicia ha ofrecido a nuestro Centro Testimonial de la Emigración Langreana.
No será fácil encontrar un testimonio más real, humano y trágico de una de las etapas más tristes de nuestra emigración, la de finales del siglo 19 y principios del 20, dos familias separadas, unidas por las cartas que en el libro se transcriben y se comentan.

"Cartas desde Omedines" recoge las cartas enviadas por Vicente Torre a su hermano Miguel, a finales del siglo XIX. Ambos vivían en una aldea de la cuenca minera del Nalón, en Omedines (Asturias), y trabajaban en la industria minera que estaba iniciando su expansión. Las duras condiciones laborales obligaron a Miguel a emigrar con su mujer y sus cuatro hijos a Argentina. Vicente traza en las cartas a su hermano un sencillo y cercano testimonio de la vida cotidiana en una aldea minera..Las cartas se recogen en su literalidad, y se prolongan con comentarios y explicaciones del editor Jorge Praga, bisnieto de Vicente Torre.
Nunca he estado en Omedines, pero su imagen la tengo en mi mente de forma permanente, pues ha sido la que he visto desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, de un 15 de octubre de 1948 , por un ventanuco del Lavadero de Carbones Asturianos en mi primer día de trabajo, un día de sol de los que entran cuatro en la media docena, un guaje enjaulado por la necesidad, la carretera de Samuño y el pueblin de Omedines, era lo único que divisaba, bien iluminado por ese sol que cuando sale en Asturias es el mejor, pensaba que jamás me vería libre, pero el destino no me privó de la libertad que como un jilguerín deseaba.


El lector puede tener acceso a este libro por Internet en GOOGLE PLAY.

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